Fue diseñado con la clara intención de
atraer al público más selecto y adinerado de la ciudad. De esta manera a su alrededor
se podían ver estacionados los mejores carruajes privados de la ciudad.
En los terrenos donde ahora se levanta el
Hotel Alfonso XIII, uno de los emblemas de la Exposición Iberoamericana de
1929, se inauguró en 1887 El Teatro Eslava construido por Antonio Capó. Ocupaba
parte de los jardines del antiguo Palacio de San Telmo con un amplio y alto
edificio. Era de verano y el patio de butacas era eso, un patio sin muros,
ventilado y techado con lonas. El recinto pronto se convirtió en algo más que
un teatro para pasar a ser un centro de ocio, que diríamos hoy en día.
Como tal teatro de verano estaba sometido
a las inclemencias del tiempo. Así a veces cuando llovía el terreno del teatro
se convertía en un lodazal. Para evitar estas situaciones se acondicionó el
local con una nueva techumbre de planchas de zinc, de forma que aunque lloviese
no se tuvieran que suspender las representaciones. En agosto de 1899 se
realizaron las obras que lo transformaron en circo.
Cuenta Julio Martínez Velasco que fue el
más distinguido por el público de las clases acomodadas de entre todo aquel
Broadway estival que los sevillanos montaban, año tras año, en el espacio
delimitado por la estación de San Bernardo, con el Teatro Portela, la Puerta
Jerez, con el Eslava y el Prado de San Sebastián y Paseo de Catalina de Ribera,
con numerosos teatros efímeros y, desde la llegada del cine, con los cines de
verano aún mudos.
Por tanto fue el que ofrecía una
programación más selecta, preferentemente de zarzuela y ópera. El teatro Eslava acogió, por ejemplo, «Aída»,
«Carmen» y «Otello», y fue el lugar donde el prestigioso Massini
Pieralli comenzó su andadura artística. El espacio acogió
otros actos festivos y culturales —una montaña rusa, un panorama de Tierra
Santa o la exposición de industrias sevillanas—, con la clara intención de
atraer al público más selecto y adinerado de la ciudad. De esta manera a su alrededor
se podían ver estacionados los mejores carruajes privados de la ciudad, junto a
los cocheros y lacayos que formaban amigables tertulias mientras los señores
presenciaban las representaciones.
Casi paralelamente, el «complejo del
ocio» contó con una pantalla de cine, siendo una de las primeras experiencias
de este tipo en la ciudad. Lógicamente no se trataba de largometrajes como
entendemos en la actualidad, sino una edición de escenas breves en movimiento
de máximo 30 minutos, de corte militar, toreo, de comitivas, de «gags» cómicos
y tomas de la Exposición Universal de París de 1900.
Las funciones estaban compuestas por dos,
tres o cuatro secciones, así por ejemplo en
unas funciones especiales con motivo de la Feria de San Miguel de 1902,
se ofrecía música en directo además del cinematógrafo, aunque en otras
ocasiones se optaba por audiciones fonográficas en los intermedios entre
cuadros. Otras veces se incluyeron diferentes números de variedades vinculados
al circo. El número de cintas por pase oscilaba entre cinco y veinticuatro.
El genero de variedades era el que
imperaba en aquellos tiempos, así además del cinematógrafo, por el Teatro y los
Jardines de Eslava pasaron diferentes tipos de espectáculos: circenses, a cargo
(le la Gran Compañía Ecuestre Italiana de Luigi Borza y la Gran Compañía de
Vicente Alegría: variedades, por parte de la Gran Compañía Internacional de
Variedades, la empresa Internacional de Espectáculos Mr. Auban y la Gran
Compañía Internacional ecuestre, gimnástica, cómica y musical de los hermanos
Díaz; musicales, algunos de ellos fueron actuaciones en directo de una banda
donde se interpretaban pasodobles, minuets y diversas piezas de baile.
La empresa de este coliseo conquistó a un
público selecto que en buen número llenaba todas las noches el ameno teatro,
pero a la muerte de su último propietario, Gregorio Fernández, y tras intentos
fallidos de compra, este conjunto de ocio fue derribado en 1916 para hacer
hueco a su siguiente «huésped», nunca mejor dicho, el Hotel Alfonso XIII. Como
dice Fran Piñero en Sevilla Ciudad
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